Pelea en el Trabajo ¿Me pueden despedir?

LA PELEA COMO CAUSA DE DESPIDO LABORAL

El respeto entre compañeros de trabajo y entre los superiores y los dependientes es fundamental para mantener un buen clima laboral.

Tanto las compañías como los empleados deben tener en cuenta que -más allá de que los distintos ambientes laborales puedan ser más o menos exigentes, cordiales o formales-, existen límites mínimos que no pueden traspasarse en ningún caso, por ninguna de las partes. Si eso ocurriese, el afectado podría extinguir el contrato.

Ahora bien, la PELEA en el ámbito laboral POR SI SOLA, si bien implica violación de los deberes de comportamiento del trabajador, NO puede esgrimirse como causa objetiva justificativa de un despido.

IMPORTANTE: Si la expulsión del empleado igualmente se produce sin evaluar la situación concreta del evento, ni tener en cuenta la actitud y los antecedentes de los involucrados, así como las consecuencias que el acaecimiento del hecho produjo en el ámbito de labor, el despido así dispuesto se torna injustificado, produciendo las consecuencias indemnizatorias previstas por el régimen legal.

Para evitar errores, siempre deberá indagarse el grado de participación del empleado en el conflicto.

– Trabajador que NO dio inicio a la pelea.

En caso de que el operario despedido no haya dado inicio a la riña o pelea, sino que solamente ha intentado resguardarse, defenderse o rebatir la agresión de un tercero, no existen argumentos para despedirlo con causa, ya que se limito a ejercer su derecho a la legítima defensa, salvo -claro esta- en supuestos de reacciones totalmente desmedidas y desproporcionadas.

– Trabajador que DIO inicio a la pelea.

Distinto es el caso del trabajador que intencionalmente da inicio a la riña. En este supuesto, y a nuestro criterio, el despido estaría -en principio- justificado, no correspondiendo indemnizar al empleado en modo alguno.

No obstante, para las empresas se forma todo un desafío: acreditar de forma fehaciente el hecho que se le imputa al trabajador y demostrar que su sanción se ajustó a derecho. Es decir, en esas situaciones, es importante contar con testigos de la pelea y con un manual de conducta para los trabajadores que permita justificar el castigo aplicado.

 

No debemos olvidar que, todo lo dicho, se aplica tanto a la agresión y/o violencia física como verbal (por ejemplo, insultos graves, etc).

 

 

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